El estrabismo, es una condición ocular común en los niños, también conocida como "ojos cruzados". Esta condición se presenta cuando los ojos no están alineados correctamente y apuntan en diferentes direcciones. Un ojo puede mirar hacia adelante mientras el otro se desvía hacia adentro, hacia afuera, hacia arriba o hacia abajo. Esta desalineación puede alternar entre ambos ojos.
Los Seis Músculos que Controlan el Movimiento del Ojo
Cada ojo tiene seis músculos que controlan su movimiento. Un músculo mueve el ojo hacia la derecha y otro hacia la izquierda. Los otros cuatro músculos permiten el movimiento hacia arriba, abajo y en ángulos. Para enfocarse en una imagen única, todos los músculos deben trabajar juntos de manera coordinada.
El estrabismo afecta la visión porque ambos ojos deben apuntar al mismo lugar para ver correctamente. Si los ojos no se alinean durante la infancia, se puede desarrollar ambliopía, donde el ojo desalineado tiene una visión más débil.
¿Qué Causa el Estrabismo?
Existen varias razones por las que los ojos de un niño pueden apuntar en diferentes direcciones. Una de las causas más comunes es la miopía o hipermetropía. Si la visión de un niño es borrosa debido a estas condiciones, sus ojos pueden forzarse para ver con claridad, causando que se crucen o se desvíen. Sin embargo, al usar gafas para corregir la visión borrosa, la alineación ocular puede mejorar.
Otras causas del estrabismo incluyen:
- Nacimiento prematuro.
- Trastornos neurológicos.
- Síndrome de Down.
En muchos niños, el estrabismo puede ocurrir sin una causa evidente.
¿Cómo Afecta el Estrabismo la Visión?
Con una visión normal, ambos ojos apuntan al mismo lugar y el cerebro combina las dos imágenes en una sola imagen tridimensional, permitiéndonos percibir la profundidad. Cuando un ojo está desalineado, cada ojo envía una señal diferente al cerebro. En un niño pequeño, el cerebro puede aprender a ignorar la imagen del ojo desalineado, utilizando solo la imagen del ojo recto o con mejor visión. Esto puede afectar la percepción de profundidad.
Signos del Estrabismo
Puede notar que los ojos de su hijo miran en diferentes direcciones al mismo tiempo. También puede observar que su hijo cierra un ojo o inclina la cabeza al mirar un objeto, lo cual puede ser una manera de intentar que ambos ojos trabajen juntos. Estos son signos de estrabismo.
El pediatra de su hijo, la enfermera de la escuela o el maestro también pueden notar estos signos. Si sospecha que su hijo tiene estrabismo, es importante visitar a un oftalmólogo pediátrico para un examen ocular completo.
Pseudoestrabismo
En niños menores de un año, los ojos pueden parecer cruzados sin estarlo realmente. Esto se llama "pseudoestrabismo" y generalmente ocurre si el niño tiene una nariz ancha y plana o un pliegue de piel en el párpado interno. Un niño puede superar el pseudoestrabismo, pero no el estrabismo verdadero.
Tipos de Estrabismo
Hay tres tipos comunes de estrabismo:
- Esotropía: Un ojo se cruza hacia adentro, hacia la nariz.
- Exotropía: Un ojo se desvía hacia afuera, hacia la oreja.
- Hipertropía: Un ojo apunta más alto que el otro.
Tratamiento del Estrabismo
- Gafas:
- El estrabismo puede tratarse con gafas, especialmente si el niño tiene miopía o hipermetropía. Las gafas pueden mejorar la alineación ocular al corregir la visión borrosa.
- Parches o Gotas Oftálmicas:
- A veces, se recomienda el uso de parches o gotas oftálmicas para fortalecer el ojo más débil, facilitando que el niño mantenga los ojos alineados.
- Cirugía de los Músculos Oculares:
- En algunos casos, es necesario realizar una cirugía para alinear los ojos. Este procedimiento, realizado bajo anestesia general, implica ajustar los músculos oculares para mejorar la alineación. Algunos niños pueden necesitar una segunda cirugía para obtener el mejor resultado.
Conclusión
El estrabismo es una condición tratable y es fundamental abordar cualquier problema de alineación ocular temprano para asegurar un desarrollo visual adecuado. Si tiene preocupaciones sobre la visión de su hijo, no dude en consultar a un oftalmólogo pediátrico.
La intervención oportuna y el tratamiento adecuado pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida y la visión futura de su hijo.